Las promesas suelen incluir palabras como “siempre” y “nunca”, de forma que se genera un contrato no escrito, que vincula a dos personas, con intención y mucha energía, en situaciones especiales (nacimiento, boda, compromiso, accidente, etc.) Mientras que un juramento es una promesa que se hace ante terceras partes; es un compromiso público que hacen por ej. los profesionales, y que contiene principios para actuar éticamente en una profesión. También existen votos, como los eclesiásticos, de personas que por vocación ingresan a la vida eclesiástica (sacerdotes, monjes, religiosas). En TVP, se trabaja liberando o rompiendo promesas, juramentos y votos, que se arrastran, muchas veces, de otras personas pertenecientes a generaciones pasadas de tu entorno familiar y que ni siquiera conociste. Hasta que no se anulen con conciencia, el juramento continúa estando vigente, y puede seguir afectándote en el momento presente, sin poder disfrutar de aquello a lo que has renunciado.