La violencia intrafamiliar puede adoptar muchas formas: abuso emocional, sexual y físico, hostigamiento y amenazas de abuso, entre otras. Puede darse en relaciones heterosexuales u homosexuales. La violencia no es inherente al sexo masculino; es más bien una consecuencia de la socialización que hace que niños y niñas adquieran comportamientos violentos y agresivos, muchas veces reproduciendo estereotipos culturales.
Las relaciones abusivas siempre conllevan un desequilibrio de poder y control. El abusador usa palabras y comportamientos intimidatorios e hirientes para controlar a su pareja. Todos los tipos de violencia tienen un impacto en la salud mental y física, así como consecuencias económicas y sociales a largo plazo.
En TVP se pueden trabajar los estereotipos culturales y los modelos relacionales de padres que tienes, permitiendo así, sanar heridas de tu vida actual o de tu infancia, recuperando el respeto mutuo y el equilibrio familiar.