En cada regresión el paciente es inducido a un “Estado de Conciencia Expandido”, donde accedemos a una conciencia más abierta que en la conciencia habitual y desde ahí se puede acceder a la memoria del alma.
Para el alma el tiempo no existe, todo está pasando al mismo tiempo, es por esto que en un conflicto de esta vida, nuestra alma está recordando la primera vez y todas las veces que experimento la misma emoción y de esta manera vivimos el presente con las sombras y traumas presentes en la memoria del alma, que para nuestro consiente puede ser ayer, en la infancia, vida intrauterina y perinatal o tan lejano como las vidas remotas mas lejanas.

La otra diferencia – no menos importante- es su connotación espiritual: mediante el estado de conciencia expandida se puede acceder no solo a las vivencias del pasado; a menudo ocurren experiencias cumbre, experiencias místicas, encuentros con seres de luz o con seres queridos fallecidos… todas experiencias que pueden cambiar totalmente la vida, y en todo caso, convencernos de que no somos cuerpos con un alma: somos almas viviendo una experiencia física.

UTILIDAD TERAPÉUTICA

Motivos de consulta son depresión, nostalgia, fobias, ansiedad, crisis de pánico, traumas, estrés post traumáticos, abusos, manejo del duelo, adicciones, trastornos alimentarios, disfunción sexual, etc. Y algunas más como búsqueda espiritual, encuentro con seres queridos, corte de lazos, relaciones karmicas, vínculos dañinos, crisis vocacional, bloqueos, misión de vida, sueños recurrentes etc.

RESTRICCIONES DE ATENCIÓN

• Todo paciente que es traído sin su conocimiento o en contra de su voluntad.
• Ser menor de 14 años.
• Estados psicóticos de alteración de la realidad.
• Patologías médicas descompensadas, por ejemplo un infarto reciente, epilepsia, aneurismas, etc.
• Embarazadas (contraindicación relativa, pues si la madre está muy angustiada por un conflicto actual, afectará al feto y es mejor hacer la TVP pero siempre informando al niño: hay dos personas ahí).

MITOS Y REALIDADES

• Quedarse en una vida pasada
  Esto no es posible, ya que en realidad no regresamos a ninguna parte: lo que hacemos es traer a la conciencia presente experiencias que están profundamente guardadas en el alma, para trabajarlas terapéuticamente.
• Perder el control de sí mismo
  Si bien el paciente debe dejar fluir la experiencia, sin oponerse a ella, conserva su voluntad y toma las decisiones terapéuticas que le hacen sentido; el terapeuta es un guía que acompaña sin jamás criticar o imponer.
• Enfermar al conocer la verdad
  Por terrible que parezca la vivencia, se trata de un trauma preexistente, cuyos efectos dañinos ya están presentes. Al rescatarlo y manejarlo terapéuticamente en ese estado de conciencia, es que se logra la sanación.
• Ser siempre alguien importante

No es así: la gran mayoría de las veces son vidas muy anónimas aun cuando los conflictos sean intensos y variados. Sólo en contadas ocasiones aparecen personajes importantes o famosos. La frecuencia es la esperada para la época revivida.

• Mejorar como por arte de magia

Es cierto que esta terapia es más profunda y más efectiva en sus resultados que cualquier terapia convencional. Sin embargo, si tardamos años o siglos en enfermarnos ¿Cómo sanarnos en una sola sesión? Sucede, pero no es lo habitual.