Marcela y su lupus

Hola, soy Andrea Peña Fernández, Psicóloga y terapeuta de terapias complementarias como regresiones (T.V.P.) Reiki y Gemoterapia. Trabajo en Casa Magnolia en Osorno.

 

Hoy veremos el caso de Marcela, una mujer de 35 años que sufría Lupus, una enfermedad que se le desarrollo a los 15 años y fue incrementando al pasar el tiempo.

El objetivo de la regresión en éste caso es conocer el verdadero origen de su lupus, cuáles son sus causas emocionales y desde ese prisma trabajarlo desde un contexto psicoterapéutico dentro de la misma Regresión.

Marcela es una mujer de 35 años, casada con una hija. Fue diagnostica por un especialista a sus 15 años tras diversos estudios realizados. Tras ser tratada por muchos tratamientos tradicionales fallidos, marcela se encontraba aburrida y frustrada ya que sus manchas y heridas en la cara y otras partes del cuerpo rebrotaban repentinamente bajando su autoestima y ganas de no salir por vergüenza de que la vieran así; Por ésta razón decidió intentar con Terapias Complementarias, en este caso con una regresión.

Producto de todo lo que mencionó Marcela el día de la entrevista comenzamos en el proceso de trance para la regresión, que vendría siendo una expaasión de consciencia en donde uno puede entrar a los recuerdos que tal vez haya olvidado, es importante mencionar que en el estado de trance ella estuvo consciente en cada momento.

Comenzamos a revivir diferentes episodios de su vida y recuerdos olvidados. Cuando se pide a su alma a ir al origen más retomo de todo empezó a sentir mucha angustia relatando un hecho de otra vida; (Me es importante señalar que en este caso no es importante creer o no en otras vidas, ya que aunque sea imaginación ayuda igual, ya que nuestra alma o inconsciente nos muestra nuestras las vivencia de la manera que podamos soportar). Marcela cuenta que es una niña de 8 años que está escondida detrás de la puerta. Describe también que es una casa con piso de tierra y su vestimenta consiste en un vestido plomo sucio y viejo.

La menor se encontraba muy asustada porque había unos hombres que querían asesinar a su familia. Marcela permaneció escondida dentro de un closet presenciando como los soldados enterraban sus espadas a cada uno de los integrantes de su familia.

Luego de este fatal crimen, la niña salió de su escondite y jamás pudo vivir tranquila, ya que su sentimiento de culpa era tal que no permitía ni se daba el derecho de ser feliz. Se culpaba por ser culpable porque no defendió su familia. Pasaron muchos años y falleció sola.

Luego de traer este recuerdo traumático de ésta vida se procede a recuperar fragmentos de su alma o energía que pudo haber quedado atrapada en esa vida y al ser consciente de ello y logrando entender y personarse sobre que una niña de 8 años jamás iba a ganar antes esos soldados y menos defender a su familia.Los fragmentos de alma se recuperan visualizando el cuerpo de falleció y observando si se liberó toda la energía y alma, si no se liberó por completo lo recogemos y lo hacemos parte de nosotros.

Seguimos avanzando, a otro momento importante y llegó a la guatita de su mamá, cuando ella estaba en gestación. Se da cuenta de que no fue un buen embarazo, ya que ella traía en su alma arraigado su sentimiento de culpa e intentaba no nacer. (Durante los primeros meses existieron muchos síntomas de pérdida y la madre tuvo que quedarse en cama durante 7 meses). Al momento del parto una circular (cordón umbilical) venía enrollado a su cuello por lo que se estaba asfixiando. Cuando se le pregunta a la paciente porque sucedieron esos hechos, ella menciona que no debía vivir por el daño que provocó a su familia por no defender. (Decreto creado desde su vida anterior)

Seguimos avanzando y nos dimos cuenta de que durante la vida siempre fue una niña culposa al igual que hoy en día, logrando comprender que ahora quería vivir pero su lupus se lo impedía.

Su manera de castigo es el lupus, ya que como ella no se podía auto agredir su sistema inmunológico lo hacía por ella.

Tras este gran descubrimiento comprendió que era necesario eliminar las culpas, logrando entender que ella puede ser responsable de muchas cosas de su vida pero todo eso era para obtener un aprendizaje mucho más profundo y no podía seguir castigándose.

Después de esta tremenda experiencia procedemos a realizar sanación de niño interior liberándola de los decretos que creo desde su vida anterior y continuó en esta. Esta sanación de niño interior se realiza visualizando nuestro yo pequeño, conversando con él y dándole todo lo que necesito en su infancia hasta quedar completo.

Hoy en día, cada vez que siente que se equivocó en algo lo suelta, sabiendo que era su responsabilidad pero ya no su culpa, que la vida hace que ella tome diferentes decisiones para su bienestar personal y aprendizaje.

Actualmente sus brotes de Lupus son muy mínimos y cuando esto sucede ella busca en que se echó la culpa y la suelta, logrando ser una mujer libre de su enfermedad feliz y auto realizada.

Si algo aprendemos de esta regresión, es que la culpa es uno de los sentimientos que más daño nos hace y si no logramos externalizarla y liberarla nuestro cuerpo comienza a enfermarse y castigarse.

La culpa es una de las emociones que aprendemos desde niño que más daño nos causa. Aprendemos a vivir con ella y a normalizarla. Vamos a la Iglesia y nos piden repetir “por mi culpa por mi culpa por mi gran culpa”; en el colegio, en la casa en todos lados si nos equivocamos en algo y nos dicen que es nuestra culpa, integrando en nuestro inconsciente esta palabra que nos daña hasta lo más profundo.

Ante esta situación debemos aprender que somos responsables de nuestros actos pero no culpables, ya que si investigamos tenemos una historia, una cultura, una familia y un sinfín de cosas que nos llevaron a tomar una decisión.

Agradezco de corazón antes que todo a Marcela que nos permitió contar su historia para ayudar a otras personas. Que tengan una linda vida y recuerden liberar las culpas. Espero próximamente contarles otra historia real y de cómo se aborda una regresión para que así comprendan que todo se puede sanar en la vida, sólo depende de nosotros.

Fuente : País Lobo