Cada septiembre es muy común escuchar el dicho de “pasamos agosto”, incluso se hacen certificados, memes y celebraciones al respecto.
Según los historiadores esta frase viene de los tiempos de la colonia en Chile y fueron los españoles quienes notaron que, debido al frío de este mes, muchos adultos mayores enfermaban y morían de bronconeumonía.
Los últimos dos años, además de tener que “pasar agosto”, nos hemos visto enfrentados a la pandemia mundial del Covid, donde también se ha dicho que la población más vulnerable son los adultos mayores.
Durante la pandemia además de protegernos para evitar contagios, hemos estado con el miedo latente de enfermedad gravemente y quizás morir.
¿Y tú le tienes miedo a la muerte? ¿Te preguntas qué hay más allá de la vida?
La tanatofobia o ansiedad por la muerte está caracterizada por un miedo a la propia muerte o al proceso de morir. Uno de los principales síntomas es la preocupación constante con respecto a morir o perder un familiar en un futuro próximo, lo cual se ha acentuado en estos tiempos de pandemia. Para los budistas, la muerte es sólo el principio de otra vida que se irá repitiendo hasta llegar al Nirvana. Una buena muerte, desde la perspectiva budista, se caracteriza por la condición de la mente en el momento de la muerte; morir en paz, sin temor ni sufrimiento mental.
Del mismo modo que el universo, los seres humanos somos energía, y vibramos en diferentes frecuencias: atraes cosas negativas si te encuentras en un estado de vibración baja, y atraes cosas positivas si vibras alto.
Por lo tanto, te invitamos a atraer todo lo positivo que deseas manifestar y esto llegará a tu vida. El ejercicio genera energía, por ende, vibras más alto. Medita y tu mente estará en paz. Escucha música, ríe, visualiza y haz afirmaciones positivas. Practica sanaciones energéticas. Rodéate de personas que vibren alto. Y agradece el día a día. Así estarás en una frecuencia alta de vibración y no sentirás ansiedad frente al sufrimiento cotidiano.