El miedo es una de las emociones básicas, también considerada primaria y universal, que genera profundas consecuencias sobre el organismo. El miedo nace en nuestro cerebro, que origina la reacción de alarma del organismo frente a un riesgo o daño, real o imaginario. Es una emoción que inmoviliza y no permite actuar, ni tomar decisiones con naturalidad.
En la sociedad contemporáneo, tras un desastre – natural, político o económico – el miedo inicial da paso a la ansiedad, tras lo cual hace más susceptible a las personas de ser dominadas por los que poseen el poder y la capacidad de generarlo. Esto las somete – muchas veces – a la pasividad, inseguridad y adaptación a sus condiciones de vida cotidiana. Sin embargo, cada día vemos como crece una potente fuerza interna, liderada por jóvenes apasionados que generan rebelión y levantamiento frente a variadas situaciones sociales.
El miedo ancestral es la sensación de miedo ante lo desconocido – que el ser primitivo vivía cada día – y que ha sido heredada por el hombre moderno, dejando una huella profunda en su interior. La terapia regresiva permite volver a momentos traumatizantes de nuestra infancia, adolescencia o adultez, liberando la conciencia y apartándola de sensaciones ansiosas para siempre.