Un trabajo terapéutico que brota desde el ser esencial, abarcando todo lo recorrido por el alma para llegar a este punto.

Asistí a un Taller de Regresiones impartido por la doctora Viviana Zenteno y decidí postular a la Escuela de TVP de Chile. Yo mantenía un permanente interés por el tema, a raíz de algunas experiencias vividas.

Efectivamente, había tenido una Experiencia Cercana a la Muerte durante un parto complicado. Posteriormente tuve dos regresiones espontáneas en un momento de crisis y comprendí las posibilidades terapéuticas de la información que surge durante una regresión.

No poseo un esquema de creencias religiosas que me impusieran una visión o restricción al respecto y desde muy niña supe como una verdad incontrarrestable, que ésta no es la única experiencia de vida que enfrenta mi alma.

Junto con mi oficio de pintora, realizo tareas conducentes al crecimiento personal que me aportan una visión objetiva de la conducta humana. Este elemento me ha sido útil para enfocar mi trabajo como terapeuta. Como artista, mi técnica era cercana al hiperrealismo. Encontrar un motivo pictórico, conectarme con él y traducirlo con mis manos era apasionante y reconocido.

Sin embargo coincidente con el último nivel en la Escuela de Terapeutas, comencé a perder el entusiasmo por la pintura. Algo inexplicable me hacía abandonar mis nuevos proyectos o terminarlos a duras penas. Sentía que el modelo no estaba fuera, sino que dentro de mí. Al mismo tiempo, como estudiante, comencé un viaje introspectivo, resonando con cada materia que abordábamos, lo que se tradujo en una reconexión con un conocimiento que estaba dormido. Un día, por fin me atreví a pintar lo que bullía dentro mí y resultó ser una pintura abstracta y sugerente. Totalmente distinta a lo que hacía anteriormente y entonces, volvió el entusiasmo creativo.

Finalmente, el año 2009 me titulé como terapeuta de Vida Pasada. La infinita complejidad que encierra este trabajo con vidas anteriores y la responsabilidad por la confianza depositada, me obligan a estudiar mucho y a explorar contantemente, compartiendo todo lo posible con mis colegas en los Encuentros Anuales de Terapeutas que organiza la Escuela.

Lentamente, la experiencia me ha llevado a desarrollar una forma de abordar la TVP que, sin abandonar los fundamentos aprendidos, me permite un trabajo que al igual que mis pinturas, siento que brota desde mi ser esencial, desde mis vivencias, que abarca todo lo que mi alma ha recorrido para llegar a este punto. Y seguirá evolucionando, porque crezco y me enriquezco con cada persona que llega a consultar. Ellos son mis maestros, mientras los acompaño en el viaje sanador de una regresión.

Este artículo forma parte de la edición de marzo de 2015 de “THE INTERNATIONAL JOURNAL OF REGRESSION THERAPY” que recoge la opinión de siete terapeutas chilenos, cada uno proveniente de un ámbito profesional diferente, en su viaje de aprendizaje y sanación en TVP.

Puede leer la edición completa en : http://journalofregressiontherapy.com/jrt_issue/issue-27/